sábado, 7 de julio de 2012

Lubricación femenina

Se me mojó la vulva
Te acuerdas cuando tenías 13 a 14 años y de pronto comenzaste a sentir ese hormigueo por las piernas, y sentías como se te calentaba la cara al ver a ese chico del colegio o de tu barrio, el cual te gustaba y soñabas con él, te quedabas hasta tarde en tu habitación sin poder dormir y solo pensando en que estará haciendo y te imaginabas cosas haciendo juntos y sin darte cuenta eran tus primeras fantasías, pero luego de unos minutos de estar pensando o

fantaseando, te das cuenta que estas algo húmeda e incluso vienen las primeras palpitaciones en tu zona genital y posiblemente te asustaste pues no sabías que estaba pasando. Corres a revisar tu zona íntima y te das con la sorpresa de encontrar que ciertamente tu vulva está mojada de un líquido extraño para ti, un fluido transparente y viscoso que a mojado todos tus labios e incluso a manchado tu ropa interior, quizás te asustaste, pero como decirle eso a mamá, de repente te harían sentir mal o culpable.
Entonces te quedas callada guardando celosamente aquel secreto íntimo y quizás te atrevas a decírselo a tu mejor amiga, pero de repente ni ella sabe de que se trata.
En esta oportunidad es mi deseo hacerte saber que lo que has visto, has tocado y has olido, no es otra cosa que un fluido que a comenzado a emanar de tu interior y que es llamado lubricante genital femenino.
Este lubricante genital femenino se muestra primeramente en la vulva, mojando tanto los labios menores como los mayores. Es producido por las glándulas de Bartolino, las cuales se encuentran en la parte inferior de los labios menores, Estas glándulas son las encargadas de lubricar la vulva y la entrada de la vagina, para facilitar la penetración de manera sencilla y sin dolor.
La excitación erótica acarrea una especie de expansión vaginal que provoca un "hinchazón" de este canal. La cavidad vaginal resultante es mucho más espaciosa, sobre todo en la zona más profunda. Se produce además un mayor aflujo de sangre al útero.
Se produce una vasocongestión venosa perivaginal que origina una transudación que lubrica las paredes.
La vasodilatación se extiende a todo el aparato vaginal interno y externo. La transudación alcanza la entrada de la vagina y llega a los labios.
El lubricante vaginal es a su vez un lubricante que favorece la función del clítoris durante la masturbación, pues solo te bastará con pasar tus dedos por tu vulva o la vagina para que puedas notas que se han lubricado, entonces ahora ya puedes frotar el clítoris con total comodidad y sin temor a irritarlo.
Ahora bien, cabe aclarar que el espesor y el olor del lubricante vaginal cambian de una mujer a otra, e incluso puede ser diferente en una misma persona en determinado periodo de tiempo, ya que en ello influyen factores como las características de su ciclo menstrual, los alimentos que se hayan ingerido recientemente y su estado general de salud.
La presencia de lubricación vaginal no significa que una mujer se encuentre completamente lista para ser penetrada, ni la ausencia de ella indica que no esté excitada. 
Esta etapa viene determinada por estímulos de los sentidos y de los genitales. Esta primera etapa de la respuesta femenina  sólo se puede notar por la lubricación. Un simple pero apasionado beso incluso provoca la erección de los pezones y de allí solo hay un paso a la lubricación genital femenina Un roce de los dedos de tu amado por tu cuello activará el fuego que hay en ti y en pocos minutos sentirás que tu vulva palpita y se humedece, sin embargo la mujer no está sensorialmente informada del movimiento útero-vaginal que se está produciendo en ese momento, mientras que el hombre ve directamente su erección.

Factores que influyen en el proceso de lubricación vaginal

- Diferencia de mujer a mujer:
La producción de lubricante genital y vaginal varía de una mujer a otra y muchas se sientes anormales o que están fallando en la intimidad. Salvo que sea por algún desorden hormonal   o enfermedad.

- Edad:
Las hormonas sexuales femeninas (estrógenos) son determinantes para que la vagina se lubrique adecuadamente. Estos  disminuyen progresivamente y van disminuyendo su producción notablemente hasta que desaparecen por completo en la menopausia, causando sequedad vaginal persistente, lo cual, sin embargo, puede solucionarse con la llamada terapia de reemplazo hormonal.

- Ciclo menstrual:
La acción de los estrógenos influye también en la cantidad de la lubricación, así como en su viscosidad, lo que explica que dichas secreciones sean diferentes en una misma mujer durante distintos períodos del mes.

- pH elevado (ácido):
El ambiente interno de la vagina debe tener un promedio de 4.5 de ph, si este se eleva, el ambiente vaginal se torna ácido, lo cual va a dificultar la lubricación genital femenina.

- Desmotivación:
Posiblemente subsanable participando en juegos sexuales o haciendo realidad alguna fantasía sexual,

- Estrés:
Las dificultades en el trabajo, en los estudios y  hasta las tensiones en una relación amorosa, pueden interferir con la respuesta sexual y, por ende, en una buena lubricación.

- Cansancio:
Si la mujer está agotada o cansada por el trajín del día, es notoria la diferencia en su respuesta ante el estímulo generando poco y nada de lubricación.
Ciclo menstrual alterado:
Estas últimas suelen solucionar más fácilmente su problema debido a que responden mejor al tratamiento adecuado mezcla de estrógenos y lubricantes.

- Algunos anticonceptivos:
También son responsables de la sequedad, según sus efectos secundarios, por ejemplo los que tienen entre sus componentes excesos androgénicos y son bajos en estrógenos a la vez. La solución está en cambiar de método anticonceptivo. Algunos medicamentos además de equilibrar desajustes corporales también son capaces de bajar la producción de lubricación vaginal.

- El ambiente:
Algunas veces el lugar de encuentro para realizar el acto sexual también influye, hay mujeres que no se pueden concentrar cuando hay luz del día o si es de noche y la luz de la lámpara está prendida, si hay ruidos  si los hijos están cerca o despiertos.

- La ansiedad:
La mujer que experimente este tipo de problema, provocará que el proceso de lubricación se detenga.

- Medicamentos y drogas: 
Se sabe que diversos fármacos, sobre todo algunos antidepresivos, entorpecen la humectación de la zona vaginal; lo mismo ocurre con los antihistamínicos (que combaten alergias), algunas medicinas para el resfriado y otras cuyos efectos secundarios provocan sequedad en la boca. Es importante puntualizar que el alcohol, tabaco y marihuana también se consideran inhibidores de la lubricación; igualmente, algunas mujeres reportan que las pastillas anticonceptivas reducen su capacidad de producir lubricación.

- Relaciones esporádicas:
La frecuencia con que la mujer mantiene relaciones sexuales influye notablemente en la facilidad para la lubricación genital femenina, las mujeres con relaciones esporádicas son más asiduas a tener sequedad que las que mantienen una vida sexual activa, independientemente de la edad u otro factor.
Causas psíquicas: 
El principal motivo es el conjunto de temores que se tengan respecto a la sexualidad, verdaderos o falsos, influyen en la facilidad para lubricar vaginalmente. Es importante saber que las mujeres a las que no les resulte agradable el sexo o si el hombre solo busca satisfacer su placer masculino, no dará a la mujer la preparación o preámbulo adecuado. Estas mujeres serán las más propensas a tener sequedad vaginal.

Otras causas:
El período post-parto, el período de lactancia, la diabetes, una intervención quirúrgica o una infección vaginal.

- Lubricación escasa o abundante

La lubricación genital femenina escasa puede ser traba para una penetración cómoda, siendo al mismo tiempo dolorosa casi siempre y una lubricación genital femenina abundante puede disminuir la sensibilidad durante el acto, tanto en el hombre como en la mujer.
Esta sequedad vaginal es una de las causas principales de la dispaurenia, dolor durante la relación sexual. Puede estar originada por múltiples causas, principalmente orgánicas o psíquicas.
La falta de lubricación vaginal es la molestia principal de las mujeres con trastorno de excitación sexual. Es importante que toda mujer, especialmente aquella que se encuentre en su menopausia y comience a sentir sequedad vaginal, sepa cómo evitar que esto sea un obstáculo para disfrutar de sus relaciones sexuales.
Por regla general, toda mujer que comience a percibir sequedad vaginal y/o insuficiente lubricación en sus relaciones sexuales, con independencia de su edad, debe dedicar especial atención al disfrute del juego sexual previo a la penetración. Si bien las caricias de todo tipo son clave para el disfrute de cualquier pareja, en estos casos pueden suponer la diferencia entre sentir placer o molestias, en el momento del coito. La vagina  requiere de atención y cuidado cuando aparece la sequedad vaginal.
En la farmacia se puede comprar, sin necesidad de receta médica, geles que contienen isoflavonas de soja, con propiedades hidratantes y suavizantes que te ayudan a evitar la sequedad vaginal, proveyéndote de mayor lubricación. Los comprimidos de isoflavonas, las cápsulas de aceite de onagra o las vitaminas A y E, también mejoran el estado de la piel de todo el cuerpo y las mucosas.

- Terapia Hormonal Sustitutoria (THS)
Consiste en la reposición hormonal con estrógenos y progestágenos. Tanto si recurres a la THS como si no lo haces, es destacable la ventaja, en cuanto a calidad de vida y facilidad para continuar disfrutando de tu sexualidad, el uso de lubricantes y geles vaginales antes mencionados.

Lubricantes
Es preferible que sean de base  hídrica o solubles en agua. Los lubricantes que no se disuelven en agua proceden del petróleo, de manera fundamental se trata de la vaselina y otros aceites minerales. Éstos, a causa de su indisolubilidad en agua, se adhieren a la mucosa vaginal, lo que puede facilitar el desarrollo de gérmenes y ocultar las infecciones hasta que están demasiado avanzadas.
Es conveniente que uses un lubricante que tenga un pH ligeramente ácido, que no supere el 5.0, similar al habitual de la vagina y que le permite la mejor defensa frente a infecciones o desequilibrios en la flora bacteriana vaginal.
Con un gel ligero, de fácil aplicación, que carezca de sustancias que le confieran sabor, olor o color, corres menor riesgo de posible irritación vaginal. Mejor aún si su efecto lubricante es de larga duración. Eso te facilitará la espontaneidad en el encuentro sexual sin necesidad de estar pendiente del momento de su aplicación previa al coito. Los geles de isoflavonas cumplen esa función. Es recomendable que el lubricante sea fácil de eliminar con el lavado, cosa que también ocurre cuanto más soluble es en agua. En el caso de los geles de isoflavonas, que mencionábamos antes, no requieren de lavado porque actúan como una crema hidratante y suavizante. A mayor hidratación vaginal, mayor disfrute sexual.
Hay que tomar en cuenta que la participación de la pareja es fundamental para que haya adecuada lubricación genita femenina, por lo que el varón deberá comprender que los tiempos de excitación son diferentes entre uno y otro género, que la mujer requiere de juego erótico previo a la penetración y que lo mejor, en el momento de acariciar sus genitales o practicar sexo oral, será iniciar con suavidad y seguir el ritmo que ella marque.
Por último, hay que tener presente que muchas mujeres que producen buena cantidad de lubricación empiezan a sentirse secas si el preámbulo sexual, o bien, el acto mismo, dura más allá de lo normal.